Cualquier tiempo pasado a veces fue mejor
Entrevista a Antonio Domínguez, creador de "Visit Spain 1970": El elemento sorpresa es el que mueve la búsqueda de la joya perdida.
En un momento donde el término velocidad de la luz se le queda corto a la descripción usada para definir lo rápido que todo cambia, se mueve, avanza -o se supone que avanza-, hay lugares, personas, libros, discos… que son un oasis en medio de un mundo cada vez más muerto en esencia y vivo en artificio.
Me siento un poco forastera de la actualidad; siempre he sentido que estoy en un momento espacio-temporal al que no pertenezco, obligada a ver cómo todo se pudre y vuelve sintético mientras yo y otros intentamos hacer nuestra movida con la pasión, entrega y genuinidad que nos vaya quedando. No me gustaría que esto sonara a cliché de película noventera de preadolescente inadaptado, porque no es que me sienta una pobrecita apartada de la sociedad ni nada de eso, pero hay que aceptar “la realidad de que” existen personas que realmente se les escapan al patrón que esa sociedad acepta como norma, y no significa ir de especial, cosa que siempre me ha resultado muy desagradable. Simplemente hay gente a parte, hay gente que tiene algo, y eso es maravilloso, porque de ellos suele surgir lo que todos amamos. Pero no sé ni por qué me estoy justificando, si yo no tengo nada que demostrar. Esto venía a que los que me conocéis aunque sea un poco, o me veis con buenos ojos y a través de las redes sociales, os habréis dado cuenta de que soy un poco una persona de 73 años atrapada en otro cuerpo. No sabría ni explicarlo, porque aunque parezca mentira se me da terriblemente mal exponer de manera legible, comprensible, “correcta” y en orden mis pensamientos y sentimientos. (AVISO LEGAL: no estoy aceptando como máxima que las personas mayores no puedan verse atraídas por las siguientes cosas, simplemente estoy usando en este caso los supuestos prejuicios unidos a este grupo como excusa, base, trasfondo, a favor de la escritura etc…) Y es que no soy muy amiga de la idea de que haya IAs -y esto no lo digo por lo de “nos van a sacar el trabajo”-, gafas de realidad virtual para llevar por la calle, coches que conducen solos o tienen pantallas enormes, o que cada vez haya normas más ridículas -esto supongo que como todos, o la mayoría-. Y otra serie de cosas que sólo me siento cómoda comentando con gente de confianza, porque sé que no me echarían a los tigres. Digamos que el mundo se ha vuelto muy sensible, algo bueno para muchas cosas, malo para muchas otras. Insensible para muchísimas más. Digamos que Blade Runner (Ridley Scott, 1982) me dejó con muy mal cuerpo, y triste. Digamos que todo se empieza a balancear levemente entre la saga Matrix y El Show de Truman. Yo qué sé. Ya me estoy yendo por los cerros de Úbeda.
El pasado no vivido lo romantizo, pero no me arrepiento de nada porque lo hago con cabeza. “No te arrepientas de alguna cosa de vez en cuando, si lo haces con cabeza, supongo.”, dije yo ahora mismo. Siempre hay que adquirir perspectiva, conocer el terreno, analizar. Pero yo amo el pasado no vivido como una fuente de belleza, cultura y sabiduría, teniendo siempre presente el sufrimiento que ha supuesto para los que ya no están, y los que todavía están y puede que hayan olvidado o querido olvidar. Hasta la destrucción tiene su sublimidad, su hermosura y encanto. Eso no lo podemos negar. Igual que no podemos negar que gracias a ese tiempo ya lejano estamos hoy donde estamos. Y si lo admiramos conscientemente nadie puede enfadarse con nosotros. Pero este es un melón, sobre todo dentro de la comunidad vintage, que ya abriré algún día si surge.
Estábamos hablando de oasis. No, los de Wonderwall, no. Los remansos de paz y humedad en medio de la nada, posibles refugios. Uno de esos oasis en este desierto es el proyecto de Antonio Domínguez, una cuenta de Instagram que más bien es una máquina del tiempo colorida y singular. Me estoy refiriendo a @visitspain1970, uno de mis perfiles favoritos por motivos bastante obvios.
Tras un considerable tiempo siguiéndole la pista hoy lo entrevisto para descubrir un poco más sobre este trabajo tan bonito e inspirador.
PREGUNTA. Has abierto una ventana hacia el pasado, y hecho que todos los demás nos convirtamos en una especie de voyeurs de lo antiguo. ¿Cómo y cuándo comienza este viaje en el tiempo?
RESPUESTA. El proyecto de Visit Spain 1970 es el resultado de la confluencia de varios intereses personales que relacionan patrimonio, identidad, arquitectura y artes aplicadas, y fundamentalmente turismo. El detonante fue encontrarme en el rastro, madrileño con una caja llena de folletos turísticos de los 60 de los 70, y a partir de ahí empezó la búsqueda sobre motivos específicos que me interesaban.
Por otra parte, me gusta mucho el coleccionismo de revistas de arquitectura antiguas, y me pareció coherente mostrar una visión de finales de los años 60 hasta finales de los 70 en la qué se hacen referencias populares. Como las postales mezcladas con material más erudito, de cara a mostrar una visión más transversal de la época siempre con un componente estético fuerte. Digamos que ahora mismo la colección de postales, libros de turismo y arquitectura son la fuente de esta cuenta.
P. ¿Quién es Antonio Dominguez? Siempre me ha resultado emocionante descubrir un poco de la identidad y persona que está detrás de proyectos como este, que trabaja desde el otro lado sin que nadie le vea.
R. Jajaja eso me pregunto yo. Soy un gallego que vive en Madrid desde hace 12 años, que ha pasado su infancia entre las playas de Río de Janeiro y el ambiente más profundo de la Galicia rural. Creo que el cruce de esas referencias puede ayudar a explicar un poco mis intereses.
En el ámbito profesional me he dedicado al diseño gráfico y la arquitectura. El conocimiento de la historia de la arquitectura y en particular la adaptación del movimiento moderno de Le Corbusier al contexto local por medio de diferentes arquitectos, como Lina Bo Bardi u Óscar Niemayer han sido siempre fuente de inspiración. Esa visión es la que pretendo mostrar, la de un contexto análogo español entre modernidad y tradición.
P. ¿Te interesa más la arquitectura o la sociocultura de aquella época?
R. Yo soy el primer sorprendido en encontrarme auténticas maravillas, algunas extremadamente bonitas y otras realmente brutales y feas. Realmente me interesa todo: creo que cuando te dedicas al mundo creativo tienes que tener una idea potente que parte de algo que puede ser básico, pero rotundo. Y en mi caso no sé en el tuyo, siempre busco inspiración en el pasado, y sobre todo en los referentes culturales que hemos creado, ya sea a través de nuestra óptica o a través de una visión extranjera de nuestra identidad.
Este trabajo pretende de alguna manera explorar y cuestionar si nuestra cultura realmente es un catálogo abierto de referencias para que todos nos podamos inspirar, incluido yo mismo a través de un proyecto que me gustaría mostrar algún día.
P. ¿Alguna vez has visitado a propósito o por casualidad alguno de los lugares enseñados en la cuenta?
R. Recientemente he visitado Benidorm con un amigo que tiene casa allí, y la verdad creo que ha sido uno de los viajes más bonitos que realizado. Hemos visitado hoteles y edificios masivos al más puro estilo Visit Spain, pero también he conocido el complejo que Ricardo Bofill realizó en la Manzanera en Calpe, además de hacer alguna parada técnica por el camino para visitar algún sitio industrial en el medio del campo. Esa combinación es maravillosa.
P. ¿Tienes una foto o postal favorita?
R. Tengo varias postales favoritas y algunas de ellas espero publicarlas dentro de poco. Ahora mismo elegiría unas fotografías originales del fotógrafo Pando, del poblado de Caño Roto en Madrid, realizadas para la revista Hogar y Arquitectura . Otro sería un proyecto muy bizarro, ya en postal, de un edificio en mesa del Mar en Tenerife, cuya cubierta es una carretera de acceso a una playa.

P. ¿Has adquirido alguna nueva visión gracias al proyecto que hayas visto reflejada en tu trabajo o en tu día a día? ¿Has sentido su influencia?
R. El proyecto Visit Spain 1970 está pensado para que funcione como una libreta de trabajo en proceso, con contenidos más elaborados y otros más frescos que hace que se puedan retroalimentar recíprocamente cultura popular y alta cultura. Realmente cuando voy a explotar un determinado territorio desconozco muchos de los edificios o zonas de interés para el proyecto, así que el elemento sorpresa es el que mueve la búsqueda de la joya perdida. Es a partir de ese descubrimiento cuando trato de ampliar el conocimiento sobre ese objeto de estudio. Descubrir y divulgar el patrimonio olvidado y desaparecido es uno de los objetivos de la cuenta, y personalmente esto es fuente de inspiración para mí, y espero que también para otras personas, al final esto es patrimonio de todos.
P. Me da la impresión de que desde dentro y fuera de España, en muchas ocasiones, nuestro país es visto como un simple lugar de fiesta, cultura de la siesta, Las tres eses (Sun, Sex and Sea) míticas de las que hablaba Alberto, mi profesor de Historia… ¿Crees que esto era así? ¿Puede ser que las imágenes nos evoquen eso con su belleza?
R. Desde principios de S. XX han sido varios viajeros y escritores, sobre todo norteamericanos, los que han ayudado a confeccionar una imagen exterior de lo español entendido como un regreso a lo auténtico y a las raíces de la civilización, muchas veces relacionada con Africa, pero mucho más segura. Posteriormente Franco y Ministerio de Turismo han ido desarrollando esa idea, evolucionándola hacia una modernidad que se cristaliza con boom turístico y apertura internacional.
Dentro de todo este proceso se ha generado buena arquitectura e integración de artes aplicadas a la misma, pero también canibalismo fruto de falta de cultura general. El tópico que comentabas en la pregunta, Las tres eses, creo que está en el imaginario popular y esto dice bastante de nosotros; a pesar de esto creo que también existen ejemplos que demuestran lo contrario. De cualquier modo, me parece interesante asumir ese peso de los tópicos que definen nuestra identidad para poder explotar ese camino desde una posición más crítica e inteligente.
P. P. cree que las fotos de época en blanco y negro resultan atractivas porque no muestran ruido visual en los espacios de aquel periodo, en los que ya había poco de por si. Aunque la mayoría de la fotografía que compartes sea a color ¿Qué opinas al respecto de su estética?
R. Me parece especialmente atractivo ver en una fotografía en blanco y negro, sobre todo las que no llevan firma de autor, un edificio o restaurante moderno, sobre todo en una época donde abundan las típicas instantáneas familiares. El blanco y negro intensifica el contraste entre la modernidad que pueda desprender el edificio y la época en la que fue tomada la fotografía. Estas instantáneas a menudo son realizadas como un registro de inauguración del bar u hotel, por tanto se convierten en una especie de invitaciones nostálgicas para quien lo ve.
Por otro lado, la saturación de colores propia de las fotografías de la cuenta Visit Spain 1970, es una elección premeditada con alusiones al boom turístico y las connotaciones positivas y negativas que implica. La selección de postales pretende mostrar, no solamente imágenes arquetípicas de identidad española o edificio moderno de autor, sino que también un contraste con aquellas postales que reflejan una realidad banal, fea o poco atractiva. La idea en cierto modo es plantear la cuenta como si ya existiera Instagram en los 60s y 70s, bajo una óptica contemporánea y transversal. Creo que el color ayuda a tener una lectura atractiva de todo el trabajo, como norma general, dotándolo de identidad de marca y ayuda a comunicar idea de modernidad.
P. Tal vez sea polémico pero me resulta interesante: dejando de lado el tópico de todo tiempo pasado fue mejor, ¿crees que hemos perdido alguna cosa positiva que se encontraba en esos lugares retratados?
R. La pérdida de memoria e identidad fundamentalmente.
P. ¿Es eso lo que pretendes traer de vuelta?
R. Sí.*
_Restos de una conversación con S. en formato ideas sueltas :
Cómo la gente que estuvo ahí, en ese pasado, en esos años, también se ha dejado “arrastrar” por el mundo actual, perdiendo en cierto modo la autenticidad.
Como siempre me pasa, esta cuestión tiene en su interior varios puntos que derivarían en otros microdebates o comentarios que sirvan de explicación porque:
S. y yo hablábamos de esto, y me relataba cómo su abuela, hace unos años, siempre se vestía arreglada, peinada, con unos pendientes y joyas varias a juego con su blusa, comprada en una tienda de confianza y buena calidad… y ahora le da igual, compra las camisas o los pantalones en el bazar, e incluso puede que juegue al Candy Crush.
PERO… 1) ¿qué problema hay en comprar en el bazar o en la feria? Puede que sea por motivos de comodidad, o económicos, o porque simplemente los bazares ahora cuentan con una mayor gama de productos que encajan con sus gustos. Y en las ferias en ocasiones se encuentran las cosas más mejores e inesperadamente buenas. 2) ¿Realmente está siendo arrastrada ahora por el presente o estaba siendo arrastrada en el pasado por las modas, condiciones o sociedad de antes? Quizás ahora se siente liberada de los cánones de entonces y se rebela en contra de su yo anterior porque no era ella realmente. Quizás esta sea su autenticidad auténtica. 3) ¿No es acaso ese “dejarse arrastrar” un modo de adaptabilidad al presente? Actualmente resulta muy complicado escapar de todas las nuevas olas, que nos engullen constantemente y sin respiro.
Las cosas de plata en muebles blancos de Ikea.
¿Dónde ha quedado el mobiliario de carpintería o seleccionado con gusto?PERO… 1) Obviamente las condiciones socioeconómicas no son las mismas que las de entonces, y con ellas el poder adquisitivo. 2) En Ikea también se puede encontrar gran variedad de muebles muy bonitos y que permiten actualizar el hogar sin que pierda su esencia o personalidad, o belleza.
Algunos jóvenes intentan mantener y proteger el patrimonio.
¿Es esa moda de amor por lo vintage realmente una moda o es un despertar de conciencia de los jóvenes o no tan jóvenes? ¿Se han dado cuenta todos ellos dónde reside lo verdadero, lo bueno, la calidad en muchos casos…?
El mundo está a al defensiva y quedar bien ante el resto, ser parte del rebaño, ser del mismo blanco que el resto de las ovejas cueste lo que cueste, sea cual sea el precio o el sacrificio, cuando en realidad es mejor y muchas veces se premia ser el raro o la oveja negra. O de colores.
No estamos avanzando tanto como se hace ver.
A veces el avance no es hacia el lugar correcto, o no es siquiera un avance real, sino un retroceso. O nos hacen ver que el avance es necesario, cuando a veces el avance es no avanzar.La etiqueta no te hace partícipe real del movimiento.
¿Lo romantizamos por no haberlo vivido?
Creo que a esto ya contesté al inicio de la newsletter; ahora lanzo la pregunta para que seáis vosotros los que saquéis conclusiones propias.Igual que se ama, también se odia las cosas del pasado, y te sientes parte de la lucha que hubo y del dolor, incluso a veces desde el rencor adquirido, puede que de generación en generación.
A veces la violencia sí es la respuesta.
Pero, ¿la violencia en qué formato? Hay violencia que no es violencia en sí misma, pero muchos la considera violencia. A veces esa violencia es el acto más pacífico jamás llevado a cabo.
Es insoportable. Podría estar aquí horas y horas… Es melón tras melón y melones dentro de melones. Como una muñeca risa de melones y debates.
Gracias por leer.
Y por si no nos vemos, buenos días, buenas tardes y buenas noches.
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